miércoles, 10 de noviembre de 2010

CASAS ENCANTADAS


¿Qué es una casa "embrujada"?

Una vivienda que esté habitada por fantasmas o cualquier otra entidad que no pertenece al mismo plano de existencia que los humanos e una casa embrujada.
La mayoría de la gente piensa que una casa encantada es una edificación en ruinas, con habitaciones casi destruidas y con sótanos o desvanes oscuros y abandonados. Pero no es así. Los fantasmas pueden elegir cualquier vivienda. Su presencia se hace notar cuando empiezan a ocurrir fenómenos extraños, que pueden no despertar temor en los habitantes de ese hogar. Ruidos nocturnos, olores diferentes, pérdidas de objetos, puertas que se abren y se cierran son algunos de los episodios que delatan la existencia de seres etéricos en la vivienda.


¿Por qué se produce este fenómeno?

Lo que sucede es que los fantasmas son entidades desencarnadas que no han podido llegar al plano de existencia que les corresponde. El mundo de los espíritus no está arriba o abajo. Está aquí, moviéndose a una velocidad y a una escala diferente. Esa es la dimensión a la que todos iremos, exceptuando a los fantasmas, ya que no tienen acceso a ese plano hasta que son liberados. El plano de los espíritus es concéntrico con respecto a esta dimensión. Existe en la misma área espacial, pero no se materializa en nuestra atmósfera.
El mundo etérico está a nuestro alrededor. Al morir, nos sumergimos en ese mundo. Esa es la transición normal. Sin embargo, cada cierto tiempo algo sale mal. Una muerte violenta puede ser la causa de un estado fantasmal, por ejemplo.
El hecho de que el ser etérico elija una casa en particular responde a diferentes motivos. Ese puede haber sido su lugar de residencia. Otra posibilidad es que en vida, haya mantenido una relación muy estrecha con alguna de las personas de esa casa. Y también puede suceder, que su muerte esté relacionada con el edificio y, hasta que el misterio no se esclarezca, ese fantasma rondará por allí.


¿Cómo suelen manifestarse los fantasmas?

Una clase particular de espectro se manifiesta produciendo el caos: golpes misteriosos, ruidosos choques, olores desagradables, muebles que se mueven, objetos que desaparecen, hasta levitaciones: todo ello es sintomático de la actividad de un fenómeno muy especial, el poltergeist. La palabra deriva de los términos alemanes: polter, que significa ruido y geist, espíritu.

El caso más espectacular duró desde agosto de 1977 hasta septiembre de 1988. Durante ese tiempo, una mujer y sus cuatro hijos, que vivían en una casa de alquiler en Enfield, al norte de Londres, experimentaron casi todas las clases de actividad poltergeist identificadas hasta la fecha. Se registraron no menos de quince mil incidentes, que dejaron desconcertados a todos los que participaron enla investigación: asistentes sociales, fotógrafos, psicólogos y dos investigadores psíquicos entre otros.


¿Cuál es la visión de la parapsicología acerca de este fenómeno?

En términos generales, los parapsicólogos tienden a suponer que en ciertos casos es posible que quede grabado alguna clase de registro psíquico en un lugar, tal vez a causa de cierta violencia o emoción fuerte generada allí. En tales casos, el fantasma no sería un espíritu sensible sino una mera proyección, como una película. La telepatía está de acuerdo con esta hipótesis, porque si una persona puede enviar una imagen de sí misma a un receptor, por que entonces no pensar que puede enviar una clase de imagen que flota libremente hasta ser captada por alguien suficientemente sensible para recibirla.


¿Todos los fantasmas se manifiestan bajo una apariencia humana?

No. Incluso no es el fenómeno más común. En la mayoría de los hogares embrujados se produce un tipo de aparición especial, que se conoce como "energía fría". En este caso particular, el ente etérico es absolutamente invisible, pero deja pruebas de su presencia de manera inequívoca. Por ejemplo, una zona de la casa que siempre está fría y húmeda, y no hay ninguna causa física que explique tal hecho. También puede ser indicio de la presencia de energías frías un ambiente "cargado", en donde inmediatamente uno se siente deprimido o con mucho sueño. Y por supuesto, hay entidades más violentas, que se manifiestan a través de ruidos inexplicables, vajilla que se rompe, puertas que se golpean sin motivo y objetos que desaparecen misteriosamente.


¿Hablar de "apariciones" es lo mismo que referirse a fantasmas?

No. Las aparicione constituyen un fenómeno diferente, pero sí los podemos relacionar con una casa encantada, porque desde el punto de vista de la percepción, son iguales a los fantasmas. Lo que los diferencia es que una aparición no tiene nada que ver con la muerte física. Es un fenómeno exclusivamente óptico. En la actualidad, está constatado el hecho de que existen personas que pueden crear imágenes con el pensamiento y proyectarlas. Hay muchos casos de éstos. Por ejemplo, frente a una situación límite como un grave riesgo de accidente, hay personas que emiten su pensamiento hacia los seres queridos y éstos pueden recibirlo en forma de imágenes que tienen una configuración fantasmal.
Este fenómeno también se relaciona con las casas encantadas, porque en un lugar donde se haya producido un drama o una situación de violencia se pueden generar apariciones. Las emociones y vivencias quedan en suspenso, latentes, hasta que en un determinado momento se vuelven perceptibles para un espectador.


¿Cómo se relacionan los casos de combustión espontánea con las viviendas hechizadas?

El fuego o combustión instantánea es uno de los fenómenos más desconcertantes que existen. Por qué una casa o una persona comienza literalmente a arder, es algo para lo que aún no se ha encontrado explicación. En 1959, en Alabama, se encendieron de forma inexplicable y simultáneamente veinte focos de inendio en una casa de madera. Los bomberos no pudieron apagarlo, porque cuando lograban dominar unas llamas, los puntos de combustión se reproducían en otro lado. No había cortocircuitos ni tampoco el fuego se había producido por causas químicas o electrostáticas. La familia que habitaba la cabaña era supersticiosa y todos los integrantes decidieron abandonar el hogar. Pero en su siguiente vivienda los fuegos misteriosos los acompañaron. Eso motivo que se abrierá una investigación policial. Los agentes que intervinieron en el caso, pudieron dar testimonio de lo que vieron. Un colchón se incendió frente a sus ojos. Lo mismo sucedio con unas rebanadas de pan. La familia tuvo que buscar un tercer hogar, pero a los pocos días nuevos casos de combustión espontánea se dieron en el lugar.
Otro caso muy enigmático ocurrió en Londres. Un bombero llamado Jack Stacey acudió al incendio de un inmueble abandonado. La casa no tenía señales de daños por fuego, pero cuando Stacey, examinó su interior, encontró el cuerpo en llamas de un vagabundo al que conocía como Bailey. Tenía una herida de diez centímetros en el abdomen y las llamas salían por allí con fuerza, como si se tratara de un soplete. Para apagar ese fuego, Stacey dirigió el chorro de la manguera al cuerpo del vagabundo y pudo extinguir las llamas. Nunca pudo saberse la causa real del incendió. En el edificio no había ni gas ni electricidad. Tampoco se encontraron fósforos.


¿Puede una persona "embrujar" una casa?

Definitivamente sí, y no sólo una casa. También puede embrujar un pueblo entero. Hay un caso muy famoso que vale la pena conocer y que tuvo lugar en Gran Bretaña cuando estaba a punto de terminar la Segunda Guerra Mundial.
Durante muchos años los habitantes del pueblo Great Leighs estaban al tanto de que una bruja había sido enterrada en un cruce de caminos conocido como Scapfaggot Green. El sitio exacto donde estaba sepultada Alice Molland (la bruja en cuestión) estaba marcado por una gran piedra.
Esta mujer había sido quemada en la hoguera, unos doscientos años antes de que se produjeran los extraños sucesos. La bruja de Scapfaggot Green descansaba tranquilamente en su sepulcro hasta el momento más álgido de la Segunda Guerra. Por aquel entonces, la paz de Great Leighs fue interrumpida por el ingreso de la armada. El tráfico militar ocasiono un verdadero pandemónium en el pacífico pueblo rural. Las ventanas vibraban con el paso de los tanques y algunas calles, demasiado angostas como para permitir el paso de los vehículos de guerra, tuvieron que ser ensanchadas. Un extraño que no conocía las tradiciones locales, mando una excavadora de la armada para ensanchar una calle en especial: una de las que formaba la encrucijada de Scapfaggot Green.
La excavadora empujó a un costado la piedra de la tumba de Alice Molland. Y a partir de ese momento, se inició la catástrofe. Comenzaron a suceder cosas que parecían del orden de lo fantástico sino hubieran sido constatadas por numerosos testigos.
Las campanas de la Iglesia del pueblo comenzaron a sonar a medianoche, sin que hubiera nadie tirando de las cuerdas. Un constructor local encontró sus herramientas rotas y un granjero perdió todas sus ovejas. Ejemplos como esos se multiplicaban en todos los hogares. La prensa local se ocupó del tema. El periodista John Cooper tituló un artículo a toda página en el Sunday Pictorial: "La Bruja camina hacia Scapfaggot Green".
Cooper mismo fue testigo de un sorprendente episodio en un bar del pueblo. Una enorme piedra tapó la entrada del pub.
Absolutamente seguros de que los hechos estaban relacionados con Alice Molland, los habitantes del pueblo decidieron consultar con el famoso cazafantasmas Harry Price, que aconsejó devolver la piedra al lugar original. A partir de ese momento, los episodios extraños comenzaron a disminuir, hasta concluir meses después.


¿Hay otros casos famosos de encantamientos?

Son muchos. El del Rectorado de Borley, también en Inglaterra, es uno de los más famosos. Allí residían dos fantasmas descabezados y una monja fantasma, que había sido asesinada después de un romance clandestino. Los propietarios de la casa eran acosados por susurros escalofriantes y campanas que sonaban. También aparecían mensajes enigmáticos en las paredes e, incluso, en el suelo y el techo.
El ya mencionado cazador de fantasmas Harry Price fue llamado por un diario local para investigar las historias.
Otro caso famoso fue el del espectro de la Plaza Berkeley, en Londres. El famoso fantasma que habita allí es conocido por haber asesinado a varias personas durante unos años. Una de las historias más terribles se refiere a Sir Robert Warboys, quien aceptó el desafío de pasar una noche allí. Armado con una pistola, se instaló en el dormitorio del primer piso, mientras el dueño de la casa se quedaba en la planta baja con un amigo. Cuando se oyó un disparo una hora más tarde, los dos hombres corrieron hacia arriba, donde encontraron muerto a Warboys, con una expresión de horror en la cara.

domingo, 7 de noviembre de 2010

ZUGARRAMURDI

Hay lugares que destacan en el tiempo por un suceso, un hecho. Esto pasa con el pueblo navarro de Zugarramurdi. Allí, en 1608, la historia comenzó a escribir una destacada página en la leyenda negra de la Inquisición española. Un suceso que conmocionó a la comarca y en el que se mezcló la brujería y el fanatismo religioso. Es especialmente significativa la descripción que hace de la localidad, en su página web, el gobierno de Navarra. “En el Pirineo occidental, superado Baztan y a escasa distancia de la frontera (Francia) está Zugarramurdi, el pueblo de las brujas, donde fantasía y realidad se mezclan para regalar a la imaginación la posibilidad de hacer un apasionante viaje a través del tiempo”. No crean que lo que a continuación vamos a narrar es una conjetura: son hechos reales de los que hay suficientes documentos fiables.
Zugarramurdi fue el protagonista del juicio por brujería más importante que ha habido en España. Comenzamos el recorrido por la historia de este lugar en dos lugares simbólicos que el viajero puede aún observar: la cueva de los aquelarres y el arroyo del infierno. Allí es más fácil comprender lo enigmático de este valle poblado de blancos caseríos, aunque para ello haya que retroceder mucho más atrás en el tiempo.

En el siglo V, en Europa, comienza a extenderse el culto al mal, al demonio. La vieja idea del bien luchando contra el mal comienza a tomar forma y nombre. En Vascongadas, el ídolo recibe el nombre de Akerbeltz. El demonio, en esta zona peninsular, es en realidad un macho cabrío que comienza a ser venerado por muchos habitantes de forma casi clandestina. Hay un cuadro de Goya, Akelarrea, que escenifica este culto. Tal fue la extensión de estas prácticas, que aún hoy se conserva en algunas zonas rurales navarras y vascas la tradición de tener una cabra negra en la manada para tener suerte. Todo este proceso hace que con el paso de los siglos crezca el rechazo al Dios cristiano y se adore al prohibido demonio.

La situación comienza a extenderse de forma peligrosa para los intereses cristianos, y la Iglesia decide tomar cartas en el asunto. Primero se comienza a perseguir de forma individual a algunos herejes, a quienes se acusa de llevar a cabo rituales de brujería en los que se sacrificaba a niños, se practicaban bacanales o se fabricaban “medicamentos” con restos humanos. Aunque la documentación sobre estas secretas reuniones, en las que se practicaban estos rituales, es escasa, se sabe que las misas negras se pasaron a llamar akelarres. El término proviene de un prado que está pegado a las cuevas de Zugarramurdi, donde se celebraban las reuniones de las brujas (significa “prado del cabrón” en vascuence). Por entonces, se contaba que en aquel verde prado pastaba un macho cabrío que se transformaba en hombre cuando las brujas comenzaban sus rituales.

Llegamos así al siglo XVII, cuando el Tribunal de la Santa Inquisición recibe la denuncia de que por aquellas tierras vascas se celebran actos de divinización del demonio. Son años en los que el Santo Oficio persigue cualquier atisbo de herejía y la reacción es rápida y contundente. Hay muchas teorías sobre las causas de la denuncia, aunque todo apunta a que las riñas vecinales pudieron ser el detonante de lo ocurrido.

La teoría más aceptada es que fue la confesión de una niña francesa la que desencadenó los acontecimientos. La joven fue adoctrinada en los rituales de la brujería y tras ser, según su propio relato posterior a un sacerdote, obligada a renegar de Jesús y de todos los santos, aprendió los secretos y supersticiones de las brujas navarras. La vuelta de nuevo a su hogar, en España, hace que la muchacha se asuste de todo lo aprendido y pida confesión. Parece, dice la tradición, que el hecho de que se hubiera negado a renegar de la Virgen María le valió para no ser quemada en la hoguera. En realidad, lo que hizo fue regresar a Zugarramurdi y señalar en primer lugar a María de Yurreteguía como maestra en el culto al diablo, así como a otros habitantes con los que había compartido los akelarres.