viernes, 4 de noviembre de 2011

EL FIN DEL MUNDO



La destrucción se llama ¿Elenin?
C/ Elenin, es el nombre de la nueva amenaza que se cierne sobre nosotros, pobres humanos.
El 19 de agosto de 2011 el Elenin casi sucumbe a la energía generada por superpotentes llamaradas solares. Ese mes Elenin se encendió notablemente y manifestó su vulnerabilidad y la debilidad de su cuerpo celeste que apenas llega a los 5 km. De diámetro y solo un año de existencia “oficial”.
Lo descubrió el 10 de diciembre de 2010 el astrónomo ruso Leonid Elenin que hace sus estudios en el Observatorio Robótico de la Red internacional Científico Óptico de Nuevo México.
Si tenemos en cuenta que su órbita es de 12.000 años, los antiguos Tartessos podrían haberlo conocido, aunque a la civilización que se le atribuye su descubrimiento, como no, es a la civilización Maya. Elenin, es protagonista de todo tipo de conjeturas y rumores, se dice, incluso que en su cola se han visto dos naves extraterrestres que lo escoltan camuflados en su estela, como ya sucedió hace más de 10 años con el cometa Hale-Boop, el Hale-Boop está asociado a los miembros de la secta destructiva Heav´ens Gates, los cuales se inmolaron en el año 97 con la excusa de que sus almas serian acogidas por una nave que volaba con el cometa. Se rumorea también que una nave u otro cuerpo celeste, van a alterar su órbita para confundir a los astrónomos y conseguir que impactara en nuestro planeta.
Aproximadamente en el mes de septiembre, se esperaba que alcanzara su Perihelio o punto orbital más cercano al sol, sobre el día 26 de ese mismo mes, tenía que cruzar entre la tierra y el Sol, y sería para mediados de octubre, si logra no desintegrarse, cuando se acercaría más a nuestro planeta, unos 0,23 UA, 35 millones de km de la tierra o más de 90 veces la distancia que hay entre La Luna y La Tierra, que tampoco es demasiada distancia.
Pero todo esto no es más que un rumor, ¿O no?, se habla de astrónomos muertos o asesinados, conspiraciones, 2012 y profecías mayas, sectas destructivas, el tiempo lo dirá, por si acaso no dejaremos de mirar hacia las estrellas.

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